domingo, 25 de octubre de 2015

Bilbao Athletic 0 - SD Huesca 0. La Catedral




Apenas han pasado cuatro meses desde ese estupendo partido de fútbol que nos depararon la SD Huesca y el Bilbao Athletic en el Alcoraz y que proclamó campeón de Liga a los azulgranas. Aquel día los pupilos de Cuco Ziganda y su fútbol valientemente alegre tuvieron contra las cuerdas al equipo oscense, que salvó los muebles a última hora con un golazo de David Máinz. No obstante, se rehicieron bien los cachorros y pocas semanas después consiguieron esa gesta que supone ascender cuando no has quedado primero de grupo haciendo justicia al buen fútbol desplegado y de paso regalándonos a los aficionados oscenses la opción de visitar el Nuevo San Mamés esta temporada.

Una vez señalada la fecha en el calendario y confirmado un horario razonable por parte de la LFP (cuestión no baladí, por desgracia) aún hubo que sortear la zancadilla que supuso los precios fijados por el Athletic para la ocasión (30 € la entrada más barata). Por fortuna, un muy considerable número de socios del Athletic se organizó para invitar a cuantos oscenses nos pusimos en contacto, demostrando que todavía hay muchas personas que siguen entendiendo el fútbol como una fiesta y no únicamente como un negocio. Ojalá en el partido de vuelta todos seamos capaces de devolver la hospitalidad.

El Nuevo San Mamés es un campo sencillamente espectacular. De recientísima construcción, la modernidad no le ha restado ni un ápice de ese ambiente futbolístico especial por el que es conocido como La Catedral. Siendo visitante y cerril aficionado al Huesca, debo reconocer que escuchar el himno del Athletic por la megafonía del estadio me puso la piel de gallina. Impresionante.

Y así, con casi 9.000 personas en el graderío (algo que dice mucho de la afición local tratándose de un partido del filial) comenzó a rodar el esférico sobre un césped de manual. En los primeros minutos, respeto mutuo y poca precisión aunque más empuje del conjunto local que intentaba buscar las cosquillas al flanco derecho azulgrana, defendido por Iñigo Ros ante la ausencia de Aythami y Óscar Ramírez. Leo Franco respondía bien ante Unai y luego Saborit remataba al palo en la mejor ocasión de los cachorros.

Poco a poco, Manolo se fue adueñando de la parcela media y el Huesca, recuperando rápido el balón, empezaba a mostrar los dientes. Fruto de ese dominio, llegaron las dos mejores ocasiones: un remate de Machís rechazado por Remiro y un chutazo de Máinz ante el que el guardameta local exhibía sus reflejos de manera análoga a lo que hiciera semanas atrás su paisano Kepa salvando al Real Valladolid.

Tras ser encerrado en su área, se revolvió el Bilbao Athletic en una contra de Saborit pero, ya superado Iñigo Ros, el joven atacante cayó lesionado cuando ya enfilaba zona de peligro.

Con una amarilla absurda a Fran Mérida, y Carlos David pitado por abroncar a uno de los cachorros se llegó a un descanso en el que me impresionó la agilidad de la cola de los baños. Evidentemente en los grandes estadios no se deja nada para la improvisación.

Achuchó tras la reanudación el Bilbao Athletic con un Huesca aparentemente conformado con el punto. El dominio, eso sí, no se tradujo en excesivos agobios aunque Leo Franco tuvo que tirar de agilidad y reflejos para despejar un remate a ras de suelo. 

La acción más bonita del partido no fue una ocasión de gol. En una pugna por alto con los zagueros azulgranas, un atacante local cayó a plomo sobre el césped. En un gesto de los que por desgracia se  muestran poco en los medios, Carlos David se lanzó al suelo para que tumbaran al jugador rival sobre él y pudiera respirar con mayor facilidad. Todo quedó en un susto y una cerrada ovación del Nuevo San Mamés cuando el futbolista se recuperó y Carlos David se pudo levantar de nuevo. Una pena que esa acción no aparezca en los sobre-dimensionados espacios futbolísticos de los noticiarios. FÚTBOL en mayúsculas.

Con el duelo completamente equilibrado, Tevenet retiró a un Fran Mérida que merodeaba la expulsión e introdujo a Bambock. También se fue Tyronne, ostensiblemente agotado sobre todo en las acciones defensivas, dejando su puesto a Luis Fernández. El francés cumplió sin grandes alardes pero el gallego salió tremendamente descentrado. A falta de diez minutos entró Samu Sáiz por David Máinz, pero nuevamente al rubio le faltó esa inspiración con la que nos deslumbró en los partidos frente al Alavés o al Alcorcón.

Ziganda también movió ficha, apostando por Villalibre (ojo con este futbolista) e Iturraspe pero los presentes nos quedamos sin saber cómo suena un gol en el Nuevo San Mamés. Y eso que Camacho lo intentó de saque de esquina directo, pero esta vez, no estaba Pablo Infante.

0-0 y los jugadores azulgranas más contentos que los aficionados, aunque cuando estás tan a gusto en un sitio, el resultado importa un poquico menos.

Mi evaluación:

- Leo Franco: Muy bien. Atento, ágil y resolutivo. Fue de los que se veía que claramente consideraba el 0-0 como un buen resultado.

- Iñigo Ros: El de Tudela cumplió con creces en una ubicación que no es la suya. Jugador claramente de equipo, me encantó verle jugar en semejante escenario. Lo merece.

- Morillas: Completamente afianzado ya en tareas defensivas en su flanco, se prodigó algo menos en ataque de lo que nos hubiera gustado a los aficionados.

- Iñigo López: Muy bien. Va a más. Manda, motiva y comienza a acaparar galones. Hizo una pareja excelente con Carlos David.

- Carlos David: Excelente partido el suyo. Despejó cualquier incógnita a quienes dudábamos de sus prestaciones con puntas rápidos.

- Manolo: Nuevamente el mejor. Amo y señor de su parcela, por despejar llegó a despejar incluso a Fran Mérida en una acción que casi provoca un sobresalto a la zaga oscense. Por nombre, todos los situábamos como reserva de Bambock pero se ha ganado a pulso la titularidad cosa por la que hay que felicitarle a él y a Tevenet. Que siga así.

- Fran Mérida: Menos participativo que de costumbre en tareas ofensivas. También es verdad que, sobre todo en el primer tiempo, se le vio bastante solo  en la creación y que el partido le exigió gran desgaste defensivo. Por esta última razón, debe evitar recibir amonestaciones absurdas como la de ayer, que le lastró y seguramente provocó su sustitución.

- Camacho: Es evidente que jugando en banda derecha pierde potencial. Quedó palpable en una acción en la que no pudo aprovechar una buena ventaja por la citada banda. Pero no es menos evidente que está comprometídisimo con el equipo y paga con trabajo la apuesta que por él hace Tevenet. Aun en un día menos brillante, estuvo a punto de marcar un gol olímpico. Nunca me ha gustado la excesiva adulación que se le ha brindado desde un sector muy concreto, pero tengo claro que si está jugando es con todo merecimiento y pone muy en evidencia a su competencia.

- Tyronne: Hay que exigirle más. Tiene calidad de sobra para aspirar a cotas más altas pero necesita ser más generoso, tanto con el balón como sin él. Es un jugadorazo y deja destellos de gran clase cada partido pero insisto, en mi opinión, debe dar más.

- Machís: Aunque no estuvo tan eléctrico como en sus últimos partidos, siempre se fabrica alguna ocasión de gol y alguna arrancada con mucho peligro.

- David Máinz: Irreprochable trabajo, sólo un paradón de Álex Remiro evitó que volviera a marcarle un golazo al Bilbao Athletic. En mi opinión, y más tras lo visto ayer de Luis Fernández, se afianza como delantero titular.

- Bambock: Cumple, sí, pero quizás esperaría de él un puñetazo sobre el verde demandando la titularidad como hizo, por ejemplo, el día del Alavés. 

- Luis Fernández: Salió con la cabeza fuera del partido. Vio una amarilla todavía más absurda que la de Fran Mérida por la que minutos más tarde seguía pidiendo explicaciones al colegiado. Aun así, tuvo una buena ocasión porque es indudable que tiene muy buenas condiciones pero desde luego la de ayer pienso que no es la actitud. No creo que Tevenet terminara muy contento con su actuación. El empujón que le pegó el sevillano en la jugada de la amarilla lo dice todo.

- Samu Sáiz:  El escaso cuarto de hora escaso que estuvo en el campo no fue suficiente para que encontrara inspiración. No tuvo chispa pero quizás necesite algo más de tiempo.

 Un apunte final:

En la segunda mitad,  un jugador del Bilbao Athletic salió del campo para cambiarse las botas. Según el reglamento, eso obliga a que el árbitro no le deje entrar en el campo hasta que el balón no salga fuera. No sé si es que esa norma no ha sido bien comunicada o qué pero todos aquellos que se exasperaron con la situación se hubieran ahorrado el disgusto si conocieran el reglamento. Bien por Ocón Arraiz, que en líneas generales hizo un muy buen arbitraje.

jueves, 22 de octubre de 2015

SD Huesca - 1 - Ponferradina 1. ¡Fútbol!





Reconozco que el pasado domingo no fui capaz de escribir la crónica del partido. Y eso a pesar de que abandoné el Alcoraz con la sensación de haber visto un buen partido con muchos de los ingredientes que hacen grande este deporte: lucha, tensión, incertidumbre y, en mi opinión, bastante fútbol aunque fuera soberanamente injusto con la SD Huesca.

Avanzada la semana y más reposado el mosqueo con el que la gran muchedumbre abandonamos el Alcoraz, intentaré dejar constancia de lo que vi sobre el césped, principalmente porque la mayoría de recuerdos son buenos.

Y es que pienso que asistimos al mejor primer tiempo del Huesca en lo que llevamos de temporada, dominando con argumentos futbolísticos a la Ponferradina desde el primer momento y transmitiendo a todos los presentes esa sensación que tanto me gusta percibir de que los tres puntos no se iban a escapar del Alcoraz.

Enfrente, una Ponferradina que venía sin haber puntuado fuera de casa, sí, pero traía en punta uno de esos artilleros que uno desearía tener en su equipo: Yuri de Souza. Como era de esperar, el brasileño fue un incordio constante para todos los presentes, árbitro incluido, y tuvo en sus botas la primera ocasión del partido. En la que quizás fue la única concesión defensiva de los azulgranas en todo el partido, Iñigo López midió mal un despeje dejando en franca ventaja al ariete brasileño y obligando a Leo Franco a desbaratar la clara ocasión.

El hecho de que el hasta la fecha tradicional despiste defensivo del primer tiempo no fuera materializado por el rival, pero principalmente la excepcional actitud futbolística del Huesca plasmada en el espléndido remate de David Máinz a centro de Darwin Machís, levantó los ánimos de un graderío tan necesitado de triunfos como el equipo. Tras el gol, varios acercamientos más, destacando especialmente una delicatessen de Tyronne, que tiró de varita mágica para sortear a cuantos rivales le salieron al paso y a la que solamente le faltó el gol.

El sobresalto de la lesión de Aythami fulminó un primer tiempo con un marcador que se me antojó escueto a los méritos de unos y otros.

Tras el descanso, movió ficha la Ponferradina incorporando a Pablo Infante, otro incordio. El Huesca seguía fino y lo más importante, Leo Franco seguía de espectador. Pero no es menos cierto que se perdonaban un par de acciones claras, especialmente una de Tyronne que se embriagó de balón en lugar de habilitar a los compañeros que acompañaban la jugada. Y la igualdad de esta categoría no perdona: cada indulgencia acarrea su penitencia.

Retiró Tevenet a Camacho para incorporar a Bambock. Caprichos del destino, el cambio, que más de uno hubiéramos firmado de puño y letra, no consiguió el efecto deseado. Poco a poco la Ponferradina fue ganando metros a la par que el Huesca retrocedía y se encomendaba principalmente a la velocidad de un Darwin Machís que tiene dinamita en sus piernas. En una de sus arrancadas, fue claramente trabajo dentro del área pero el árbitro, cerca de la jugada, no estimó el contacto como digno de pena máxima.

Con el Huesca ya completamente atrincherado atrás, un Tyronne exhausto dejaba su lugar a Samu Sáiz. Pero no era el día de los hombres de refresco y el Huesca seguía sin hacerse con el balón poniendo una inmerecida dosis de incertidumbre al partido.

Y así, de un saque de esquina que seguramente no lo fue nació la jugada del empate. Gol olímpico con truco pues, como bien demuestran las imágenes de televisión, Pablo Infante empuja a Leo Franco para permitir que el espléndido golpeo de Álvaro Antón se cuele en la portería.

Con grada y equipo absolutamente desquiciados todavía hubo tiempo para que Seoane se fuera a la caseta expulsado. Y poco más, porque la ira que apresó a los azulgranas les privó del temple necesario para aprovechar la superioridad. Muestra de ello, el defectuoso control de Machís tras un buen pase de Fran Mérida. 

A la postre 1-1. Nuevo empate en casa pero, eso sí, sensaciones muy diferentes.

Mi evaluación:

- Leo Franco: Apenas sin trabajo, paró la que había que parar en la primera parte. Fue claramente empujado en el gol visitante, así que poco se le puede achacar más allá de que quizás un jugador de su veteranía podría haberse zafado de Pablo Infante antes de darle opción a que le empujara. Fue uno de los que perdió los papeles tras el gol y pudo ser expulsado ya que empujó al árbitro tras ser amonestado.

- Aythami: Cuajó su mejor primer tiempo de lo que llevamos de temporada. Seguro atrás, se incorporó con frecuencia al ataque por su banda. Una pena que cayera lesionado y vaya a estar unas tres semanas de baja. 

- Morillas: Otro que está yendo a más. Comienza a ser el Morillas que nos encandiló la temporada pasada. Tiene un guante en la zurda. 

- Iñigo López: Con el único lunar del primer tiempo, estuvo sobrio y muy metido en el partido. Ojalá termine teniendo el peso específico que todo esperamos de él. 

- Carlos David: Expeditivo y sin contemplaciones. Centradísimo en todo momento pienso que cuajó su mejor partido hasta la fecha. 

- Manolo: En mi modesta opinión, fue el mejor jugador de la SD Huesca. Claro dominador de su parcela por arriba y a ras de suelo, aportó mucho equilibrio al equipo. Sus continuas recuperaciones de balón dieron alas al equipo, sobre todo un primer tiempo pletórico. Y además con la cabeza fría. No me extraña que Tevenet confíe ciegamente en él. 

- Fran Mérida: De más a menos, como el equipo. Perdió protagonismo en la segunda mitad y el equipo lo acusó. Fue de los que se vio más frustrados tras el gol. 

- Darwin Machís: Velocidad y desborde. Tiene dos metros terroríficos para los rivales y eso en esta categoría aporta mucho. 

- Tyronne: Tiene una magia especial que le permite levantarnos del asiento a los aficionados, pero se le pueden exigir dos cosas: mayor sacrificio defensivo y mejor elección en la finalización de las jugadas. En mi opinión, su contra-ataque fallido en la segunda mitad fue igual de clave que la falta no señalada en el gol. 

- Camacho: No sé si lo he llegado a plasmar por escrito o no, pero soy de los que piensa que no debería ser titular todos los partidos. Pero él se empeña a ganarse la titularidad a base de esfuerzo, trabajo y una chispa mental que le hace ser fundamental. Se retiró agotado y fue lógico su cambio, sí, pero es innegable que el equipo dio un paso atrás sin su presencia. 

- David Máinz: Jugadorazo de los que me gustan. Generosísimo en el esfuerzo e implicado a más no poder, marcó un gol espléndido. Terminó el partido sin gasolina y el equipo lo acusó pero demostró con creces que ahora mismo es el delantero centro titular del equipo. Desconozco quién hizo la gestión, pero bravo por quien lo trajo en el pasado mercado de invierno. Me encanta ver un aragonés dejándose el alma por la SD Huesca. Me encantó, por cierto, su celebración del gol yéndose al banquillo y saludando uno por uno. Detallazo.
  
- Óscar Ramírez: Salió por Aythami y cumplió con creces contra sus excompañeros. Y eso que Pablo Infante no se lo puso nada fácil. 

- Bambock: Mira que he pedido yo desde aquí su presencia en el campo y para un día que Tevenet me hace caso… No fue su tarde. Anduvo desubicado y algo timorato. No obstante, sigo pensando que terminará jugando. Es joven y tiene un físico espectacular. 

- Samu Sáiz: Otro que no tuvo su tarde. De él se esperaba recuperar el control del balón y clarividencia para la lanzar las contras (como hizo sensacionalmente en Alcorcón). Quizás porque no era el momento a nivel general, pero ni lo uno ni lo otro.

- Tevenet:
Ya que tras el partido contra el Valladolid lancé varias dudas al aire sobre los planteamientos de Tevenet, esta vez le voy a dedicar un aparte. El tiempo, y principalmente su trabajo, ha respondido a la mayoría de los interrogantes que yo me planteaba. ¿Que sorprenden algunas de sus convocatorias o alineaciones? A lo mejor es que hay jugadores que necesitan espabilar más. Lo que está claro es que los que juegan lo están dando todo y eso me parece argumento más que suficiente para que el sevillano siga confiando en ellos. Algunos, como Manolo, están dando la razón a Tevenet. Estoy encantado de que me haya callado la boca. 

- El colegiado: Rubén Ruipérez Marín
El partido merece también una mención al colegiado. Lo que voy a decir sonará impopular pero a mí me gustó su arbitraje en líneas generales. Y voy a argumentar mi parecer: 
  • Dejó claro en todo momento su criterio en la señalización de las faltas. Tolerancia cero a piscinazos o las típicas “faltitas” que interrumpen constantemente el partido. Un dato, no fue hasta casi transcurrido un cuarto de hora cuando señaló la primera falta y, como aficionado, eso es muy de agradecer.
  • Sus principales errores son achacables a uno de sus asistentes, que en la primera parte erró en la señalización de varios fueras de juego (especialmente grave, uno en una arrancada de Máinz) y en la segunda se tragó el clamoroso empujón de Pablo Infante a Leo Franco. Yo, y supongo que muchos más en el campo, no lo vi. Entiendo que el colegiado tampoco y sí que pienso que el asistente debió hacerlo.
  • No señaló el claro penalti sobre Machís, sí. Y estaba cerca. Pero entiendo que lo hizo siguiendo el mismo criterio con el que en la primera mitad no señaló varias faltas que también pudieron haber sido a favor de la Ponferradina. De una de ellas, nació la jugada del gol del Huesca, como bien apuntó el entrenador visitante en la rueda de prensa.
 ¿Salió perjudicada la SD Huesca? Claramente sí. Pero ni mucho menos me parece un mal árbitro. Todo lo contrario.

lunes, 5 de octubre de 2015

SD Huesca 1 - Real Valladolid 1 . De locos



En primer lugar, me gustaría aclarar que no tengo ningún conocimiento técnico de fútbol. Lo que váis a leer son simplemente los pensamientos sinceros de un aficionado al fútbol y sobre todo a la SD Huesca. Y lo aclaro porque desde hace ya unos cuantos días tengo un gran dilema moral con respecto de lo que estoy viendo: Por un lado, tengo un respeto absoluto por los profesionales del deporte rey y entiendo que, además de saber bastante más que yo, son quienes viven el día a día de un vestuario con sus entrenamientos y por supuesto la convivencia quienes mejor pueden tomar las decisiones técnicas que atañen a un equipo. Pero por otro, de dos semanas a esta parte no entiendo nada. Si ya fue sorprendente la alineación de la derrota en casa ante el Elche, no lo fueron menos la convocatoria y el once de Mallorca (aunque se ganara, sí). Y hoy, nuevamente, me he encontrado con una planilla que no consigo comprender.

Parto de la base de que la plantilla del Huesca es tremendamente equilibrada y cuidado, para nada pienso que haya alguien que no haga méritos para jugar, pero sí que me hago algunas preguntas a las que, por mucho que lo intento, no encuentro respuesta:

- ¿No tiene sitio Fran Mérida en el once inicial de la SD Huesca?
- ¿Ni jugando con dos mediocentros defensivos tiene cabida Frank Bambock?
- ¿A qué se debe la desaparición de las convocatorias de Cristian Fernández y Carlos Calvo? 

La cuestión es que quien manda, Luis Tevenet, ha apostado por repetir el mismo once que ganó en Mallorca en lo que a mí personalmente me pareció un partido horrible por parte de ambos contendientes. Con Leo Franco en la portería, Aythami y Morillas en los laterales, Iñigo López y Carlos David ocupaban el centro de la zaga. El centro del campo lo conformaban Iñigo Ros y Manolo, escoltados por Darwin Machís y Tyronne en las bandas. Camacho, tras su paso por el centro de la zaga el día del Elche, ejercía de media punta y arriba repetía como ariete el costarricense Jonathan Moya.

Si el objetivo, que lo desconozco, era ganar en consistencia la apuesta se ha ido al garete en apenas cinco minutos. Los que ha tardado el Real Valladolid en culminar una rápida jugada por banda, cuyo arranque y finalización bien merecen un análisis de moviola. 0-1.

El gol visitante ha puesto de manifiesto las carencias creativas del equipo dispuesto por Tevenet. A Ros y Manolo, cumplidores con nota en las tareas defensivas, no se les puede pedir además la clarividencia que esta categoría demanda en la construcción del juego y así las cosas, el Valladolid recuperaba el balón con la misma velocidad con la que lo movía en el centro del campo ante la desesperación de jugadores y público local. Fueron sin duda los mejores minutos del conjunto visitante,  aunque sin hacer sangre de un rival medio en la lona.

Tiró de orgullo el Huesca, y más fruto de un arranque de rabia que de argumentos futbolísticos se comenzó a acercar a la portería de Kepa. Faltos de chispa en la parcela ancha, Jonathan Moya se erigía como referencia para los balones aéreos y planteaba varias acciones más que interesantes. Pero al Huesca le seguía faltando fútbol y prueba de ello era el empecinamiento de algunos jugadores locales en poner a prueba los nervios del árbitro en varios conatos de tumulto. En mi opinión, pura impotencia.

No movió ficha Tevenet en el descanso pero sí a los cinco minutos de la reanudación, dando entrada a Fran Mérida por Iñigo Ros en un cambio tremendamente aplaudido por lo deseado. Ganaba el Huesca en fútbol y verticalidad al mismo tiempo que el Real Valladolid daba un paso atrás y se encomendaba a un más que inspirado Kepa, sin duda el mejor jugador del partido.

David Mainz salía por Jonathan Moya y comenzaba un acoso y derribo a la portería visitante y el recital de paradas de Kepa, algunas de ellas de grandísimo mérito por su dificultad. A menos de diez minutos para el final, Luis Fernández entraba a la heroica por Iñigo López. En una de sus primeras apariciones el gallego, que tiene instito depredador con la portería, se inventaba un chutazo con marchamo de golazo al que respondía Kepa con su enésima exhibición. Tras el consiguiente saque de esquina, Darwin Machís atinaba por fin en la suerte suprema y empataba el partido. 1-1.  

El público quería más y empujaba con un furor creyendo en una victoria que hubiera sido merecida. Pero ni había tiempo ni, sobre todo, gasolina para más y con empate terminaba un partido del que, en mi opinión, la SD Huesca ha regalado 50 minutos.  Pero insisto: es sólo mi opinión.



Mi evaluación

- Leo Franco: Prácticamente inédito. Poco que hacer en la acción del gol y poco trabajo después. Tras el empate, y aunque la grada no lo comprendió, fue el único que tuvo la frialdad de ver que el equipo estaba físicamente roto
- Aythami: Difícil papeleta para el lateral canario. Sobre todo si tienes enfrente a un extremo rapidísimo y a eso le sumas que el rigor defensivo no es precisamente la principal virtud de su compañero de banda: Tyronne
- Morillas: Está yendo a más. Aunque en la primera parte tuvo algún problema defensivo, en la segunda mitad estuvo al nivel del equipo. Terminó físicamente reventado.
- Iñigo López:  Está ganando en confianza pero también debo decir que me ha sacado de mis casillas en un par de acciones en las que claramente se ha podido ir a la caseta habiendo perjudicado muchísimo al equipo.  
- Carlos David: Otro que juega demasiado con fuego y también se ha movido al borde de la expulsión en sus continuos encontronazos con Rodri.
- Manolo:  Creo que ha cumplido notablemente en sus funciones defensivas. Me niego a culparle de perder pases en la construcción ya que si a alguien ha puesto en evidencia sus limitaciones ofensivas ha sido a Tevenet
- Iñigo Ros: Sirve lo dicho para Manolo. Que a mí me gustaría ver a Bambock en el once no significa que Ros no merezca jugar. De hecho, no me ha gustado que le sustituyeran.
- Darwin Machís: Intermitente en la primera parte, ha sido un puñal en la segunda y además ha conseguido embocar.
- Tyronne: No le veo en la banda derecha. Tiende a despistarse en defensa haciendo de la citada banda un filón para los rivales. Sin duda, me gustaría mucho más verlo en la posición de media punta.
- Camacho: A estas alturas de la película, dudar de la importancia de Camacho sería ridículo. Pero ni está para 90 minutos ni me parece el mejor media punta del equipo. Hace un esfuerzo encomiable pero pienso que desde el minuto 60 se le ha visto sin la gasolina necesaria para aportar lo que el equipo necesitaba. No entiendo que no haya sido sustituído.
- Jonathan Moya: Personalmente, me ha gustado su primera mitad y me he quedado con las ganas de verlo durante la fase de acoso del segundo tiempo. Aporta movimientos diferentes y creo que se puede compenetrar muy bien con un segunda punta vivo del estilo de Luis Fernández.
- Fran Mérida: Si alguien me explica por qué no juega de titular, le estaré muy agradecido.
- David Máinz: Muy buenos minutos. Sólo un porterazo ha podido evitar un gol de chilena que por la voluntad que pone, bien se merece.
- Luis Fernández: Me encanta el gallego. Tiene calidad, chispa e instinto. Me hubiera gustado verlo junto a Jonathan Moya. Si sigue así, sin duda se lo va a poner muy difícil a Héctor Figueroa.

Un último apunte

Qué poco ayudan algunos jugadores a los árbitros. Entre los que sacuden, los que fingen, los que protestan y los que pierden tiempo desde luego no ponen las cosas nada sencillas a los jueces de la contienda.