viernes, 16 de junio de 2017

Esta locura del fútbol

"A ver cuándo se te cura esta locura tuya del fútbol" me espeta periódicamente alguien que de la vida sabe muchísimo más que yo. 

"Hasta que Huesca no tenga 500.000 habitantes no podrá triunfar este negocio en Huesca" suele añadir pensando todavía en ese modelo todavía vigente en el fútbol aficionado que durante lustros y lustros ha tenido al Huesca peleando fuera de la burbuja del fútbol profesional. Sí, esa burbuja que, para mal y para bien, prácticamente ha volatilizado el peso de los aficionados en el presupuesto de los equipos profesionales. Para mal, porque en más de una ocasion los espectadores de campo somos maltratados con incomprensibles horarios y para bien, permitiendo que una ciudad de poco más de 50.000 habitantes esté peleando de igual a igual con colosos en habitantes e historia.

Cuesta en ocasiones justificar esta "locura" cuando en torno al fútbol ves proliferar la violencia en todas sus facetas, los amaños, los engaños, y otras tantas facetas como el menosprecio a otros deportes y deportistas, que sinceramente dan ganas de mandar esta afición "al carrer"

Por fortuna, de vez en cuando tengo la suerte de sentir cosas que me reconfortan en mi locura: los valores de Anquela, los dos segundos de incredulidad de mi amigo S. hasta que realmente fue consciente de que Camacho había hecho el empate a 2 o la inocencia del pequeño A., que el miércoles fue por primera vez al Alcoraz y vio sobre el verde a su vecino de rellano. Tanto le emocionó la situación que, ni corto ni perezoso, deslizó una nota bajo la puerta del vecino diciéndole lo muchísimo que le había gustado verle jugar y pidiéndole que se quede en Huesca. Me consta que en las últimas horas no grita en casa para no despertar a su ídolo ya que "tiene que descansar".

Hoy A. se ha encontrado con la persona en la escalera. Ha sido rápidamente identificado como autor de la nota bajo la puerta y, no sin cierto temblor de piernas - según posteriores declaraciones a sus padres- se ha hecho una foto con quien le maravilló en el Alcoraz. 

La ilusión en los ojos de A. me ha evocado el olor a puro de mis primeras tardes en el Alcoraz junto con mi hermano y mi padre y el compendio de todo lo vivido en torno a esta bendita locura. Al fin y al cabo, como dice uno de los protagonistas en "Underground", obra maestra de Emir Kusturica:  "Todos estamos locos. Lo que pasa es que algunos no nos han dado el diagnóstico...todavía"

Mañana vamos a ganar. Y si no... da igual :-)

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[Actualización 17/06/2017]

Me informa un fiel seguidor que el relato obvia la participación de un cooperante necesario. Otro peque, D., también colaboró en la autoría de la nota deslizada bajo la puerta. 


Dejo constancia de su coautoría en esta entrañable historia :-)


jueves, 15 de junio de 2017

Juan Aguilera y diez más



Quienes me conocéis sabéis lo mucho que me apasiona el deporte y la competición. 

Quizás sea por mi pasado viatoriano (cómo olvidar esas ediciones de "el curso más deportista"), pero creo que pocas cosas me producen más fascinación que el deporte de equipo.

Cuando me preguntan si gusta el fútbol, suelo matizar que sí "pero en el campo". Porque en el campo, aparte de sentir el ambiente en primera persona es donde uno puede tener verdadera conciencia de todos los detalles que cada uno de los protagonistas (y son muchos además de los jugadores) aportan al espectáculo. 

Aunque conviene no perder de vista el balón, disfruto enormemente observando los detalles periféricos. Movimientos, gestos, picardías y tretas que pasan desapercibidas al tele-espectador y que me aportan ese plus por el que me encandila el fútbol en primera persona.

Hace algo más de un año, cuando el frío aprieta de verdad en el Alcoraz el Huesca de Anquela coqueteaba peligrosamente con los puestos bajos de la tabla. Con el mercado invernal ya liquidado sorprendía el club anunciando el fichaje de Juan Aguilera.

"30 años. Procedente del Mumbai City FC de la Liga India. Formado en las categorías inferiores del Getafe, pasó por el CD Leganés y el CD Navalcarnero antes de jugar en el fútbol profesional de la mano del Real Murcia, donde jugó entre 2008 y 2012 y con el que consiguió el ascenso a Segunda División. Posteriormente fichó por el FC Platanias de la Superliga de Grecia donde militó entre 2012 y 2015", rezaba la nota de prensa que reconozco acogí con la misma frialdad que en 2008 se anunció la llegada de ese José Végar que tantas veces me levantaría del asiento. 

Si antes decía que el fútbol de verdad es el que se ve en el campo, Juan Aguilera me ha dado argumentos de sobra para reafirmarme. Y es que en el deporte de equipo hay muchos líderes allanando el camino de las estrellas que protagonizan los resúmenes televisivos.

En esta SD Huesca, Juan Aguilera es el líder del fútbol que sólo se ve en el campo. Quizás no encabece la estadística de kilómetros recorridos, pero aparece siempre allí donde el equipo le necesita, ya sea para realizar un quite a un compañero, neutralizar una contra peligrosa, ofrecer un pase fácil o para susurrarle algo al colegiado de turno cuando la cámara no enfoca. 

Humilde, inteligente, solidario y poco dado a florituras es sin duda la viva imagen de los valores que no sin dificultad ha conseguido transmitir Anquela a la SD Huesca. Creo en la justicia del tiempo y siento que este fubolista, que a veces me parece se trajo algún rasgo hindú de Mumbai, merece llegar -ojalá con el Huesca- a lo más alto en este deporte.

Como dice mi compañero de localidad: "Juan Aguilera y diez más".


sábado, 10 de junio de 2017

Gracias, Anquela



Tengo que decir que no conozco personalmente a Juan Antonio Albacete Anquela, más allá de un breve intercambio de palabras en el marco del pasado Congreso de Periodismo Digital. Y rabia que me da, porque siempre he tenido la sensación de que por encima de su indudable valía profesional, hay una gran persona.

"Lo que ves aquí es lo que hay" me espetó cuando le abordé y le di la enhorabuena por el excelente trabajo al timón de la SD Huesca enfatizando unos valores que inequívocamente asocio al club de mi ciudad (humildad, esfuerzo, trabajo, ... en definitiva, EQUIPO).

Ya hace unos cuantos años le vi incendiar a la afición del Alcoraz cuando dormitábamos (día de puertas abiertas, por cierto) rumbo a Tercera División en un partido contra el Alcoyano que terminó resolviendo Roberto con un soberbio gol. He visto cómo ha transformado a Samu Sáiz en el mejor jugador de la categoría y cómo ha sabido conjugar el talento con la supremacía de la colectividad, premiando sobre el verde el trabajo que algunos futbolistas como Iñigo López hacen más allá de él.

Comoquiera que Samu Sáiz está llamado a cotas muy altas, sé que de Anquela se recordarán aquellas palabras sobre el rubio tras la dura derrota con el Bilbao Athletic ("cuando llegué aquí era un mueble"). Yo sin embargo, prefiero quedarme con lo que dijo, un día mucho más distendido, sobre Nagore: "Es un tuercebotas, como yo le digo, pero tuercebotas que no te deja nunca mal. Le dices que meta la cabeza por ahí y la mete por ahí" [...].

Pase lo que pase esta tarde en el Ciutat de Valencia: ¡Gracias Anquela!


Ps.: Os dejo la entrevista que le realizó Sergio Melendo en el programa "Entrevista con" de Aragón Televisión. Es casi media hora, pero creo que vale la pena.

sábado, 3 de junio de 2017

Que levanten la mano...


... Quienes no hayan cometido nunca un error bien como conductor, ciclista, piloto o peatón.

¿No os parece que nos estamos convirtiendo en una sociedad tan intransigente con los errores ajenos como garantistas de nuestros derechos?

Igual es momento de poner un poco de nuestra parte, bajar un poco ese ritmo infernal que nos sitúa casi permanentemente al borde de la ira y mandar al cuerno nuestro egocentrismo, respetando y comprendiendo a quienes tenemos enfrente. 

Sin duda reconforta sentir cierta comprensión cuando nos equivocamos. En mi caso, hasta el punto de haberme llevado a retomar esta cuasi-abandonada bitácora.

A quien corresponda, gracias :-)