jueves, 15 de junio de 2017

Juan Aguilera y diez más



Quienes me conocéis sabéis lo mucho que me apasiona el deporte y la competición. 

Quizás sea por mi pasado viatoriano (cómo olvidar esas ediciones de "el curso más deportista"), pero creo que pocas cosas me producen más fascinación que el deporte de equipo.

Cuando me preguntan si gusta el fútbol, suelo matizar que sí "pero en el campo". Porque en el campo, aparte de sentir el ambiente en primera persona es donde uno puede tener verdadera conciencia de todos los detalles que cada uno de los protagonistas (y son muchos además de los jugadores) aportan al espectáculo. 

Aunque conviene no perder de vista el balón, disfruto enormemente observando los detalles periféricos. Movimientos, gestos, picardías y tretas que pasan desapercibidas al tele-espectador y que me aportan ese plus por el que me encandila el fútbol en primera persona.

Hace algo más de un año, cuando el frío aprieta de verdad en el Alcoraz el Huesca de Anquela coqueteaba peligrosamente con los puestos bajos de la tabla. Con el mercado invernal ya liquidado sorprendía el club anunciando el fichaje de Juan Aguilera.

"30 años. Procedente del Mumbai City FC de la Liga India. Formado en las categorías inferiores del Getafe, pasó por el CD Leganés y el CD Navalcarnero antes de jugar en el fútbol profesional de la mano del Real Murcia, donde jugó entre 2008 y 2012 y con el que consiguió el ascenso a Segunda División. Posteriormente fichó por el FC Platanias de la Superliga de Grecia donde militó entre 2012 y 2015", rezaba la nota de prensa que reconozco acogí con la misma frialdad que en 2008 se anunció la llegada de ese José Végar que tantas veces me levantaría del asiento. 

Si antes decía que el fútbol de verdad es el que se ve en el campo, Juan Aguilera me ha dado argumentos de sobra para reafirmarme. Y es que en el deporte de equipo hay muchos líderes allanando el camino de las estrellas que protagonizan los resúmenes televisivos.

En esta SD Huesca, Juan Aguilera es el líder del fútbol que sólo se ve en el campo. Quizás no encabece la estadística de kilómetros recorridos, pero aparece siempre allí donde el equipo le necesita, ya sea para realizar un quite a un compañero, neutralizar una contra peligrosa, ofrecer un pase fácil o para susurrarle algo al colegiado de turno cuando la cámara no enfoca. 

Humilde, inteligente, solidario y poco dado a florituras es sin duda la viva imagen de los valores que no sin dificultad ha conseguido transmitir Anquela a la SD Huesca. Creo en la justicia del tiempo y siento que este fubolista, que a veces me parece se trajo algún rasgo hindú de Mumbai, merece llegar -ojalá con el Huesca- a lo más alto en este deporte.

Como dice mi compañero de localidad: "Juan Aguilera y diez más".


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